Economía y desigualdad de género en América Latina

Claudio Mendez

Este año 2020 el mundo aún está tratando de superar la pandemia del COVID19, esto generó el mayor confinamiento de las últimas décadas; y muchos pasamos más de dos meses en casa por lo que surgen las preguntas ¿hicimos alguna tarea del hogar? ¿nos involucramos en las tareas del cuidado?, y así otras más.

 

El sistema de producción basado en el capitalismo ha utilizado las relaciones patriarcales establecidas desde el inicio de la humanidad, en donde al hombre se le consideró superior sobre las demás personas: niños, mujeres, jóvenes, etc., dando vida así a la división sexual del trabajo.

Por lo que la sociedad se ha ido construyendo con una visión de “hogar occidental” en donde se considera al hombre como proveedor-protector y la mujer como la encargada del hogar. Esta configuración social es uno de los determinantes no escritos (más que por cultura) del orden social que han contribuido a la discriminación de la mujer y a feminizar el trabajo doméstico y las actividades del cuidado.

 

Otro aspecto que también ha contribuido en la desigualdad de géneros, es lo religioso. Estas creencias que aun gozan de mucha aceptación social, en la actualidad han establecido que la mujer por ser quien comió primeramente del árbol prohibido debe estar subordinada a su marido (hombre) y no tiene los mismos derechos (privilegios) que el hombre; esto a pesar de que en los escritos bíblicos aparece que la mujer fue creada de un costado del hombre para que ambos fueran iguales y no existieran desigualdades (Genesis cap.1).

 

El actual modo de producción requiere tanto de la producción y como de la reproducción, ya que los hogares no solo son consumidores o generadores de ahorro (cuando poseen los recursos), también son los que proporcionan el capital humano necesario e indispensable para el proceso productivo; y las actividades del cuidado y atenciones hacia el capital humano es lo que se ha llegado a considerar como economía del cuidado o trabajo doméstico, actividades invisibles para la economía tradicional.

 

La mujer históricamente ha estado obligada a cargar con las tareas del cuidado y lo relacionado al hogar, incluso cuando forma parte de la población ocupada y es empleada en el sector formal o informal las tareas del cuidado y del hogar no son relegadas. La situación se agrava cuando las mujeres son madres solteras y los centros de trabajo no brindan facilidades en el cuidado.

 

 

Hablando de los datos en Latinoamérica

 

En Latinoamérica son muy pocas las estadísticas sobre los usos del tiempo por género, las encuestas que existen no son comparables entre sí por las diferencias metodológicas y las variadas definiciones sobre el trabajo doméstico y del cuidado. Pero al agrupar los datos existentes de 17 de países en distintos años, nos arrojan una idea muy general del panorama en la región con relación a las tareas del cuidado y del hogar.

Según esta recopilación que vemos en el gráfico de arriba, Brasil es el país donde las mujeres dedican menos tiempo a la semana a tareas del cuidado y domésticas, la concentración de datos (moda) la generan las cifras de El Salvador, Argentina, Chile y Nicaragua con un promedio de 22.7 horas semanales.

Guatemala el país donde los hombres aportan menos tiempo semanal (2.4 horas) a tares del cuidado y domésticos; Nicaragua y Bolivia los países donde más tiempo (12.1 horas) aportan. Siendo México el país donde más desigualdad existe con relación al tiempo dedicado a tareas del cuidado y del hogar por género, las mujeres dedican 29.5 horas y la brecha entre hombres y mujeres es de 19.7 horas a la semana (CEPAL, 2018: 74).

Según esta recopilación que vemos en el gráfico de arriba, Brasil es el país donde las mujeres dedican menos tiempo a la semana a tareas del cuidado y domésticas, la concentración de datos (moda) la generan las cifras de El Salvador, Argentina, Chile y Nicaragua con un promedio de 22.7 horas semanales.

Guatemala el país donde los hombres aportan menos tiempo semanal (2.4 horas) a tares del cuidado y domésticos; Nicaragua y Bolivia los países donde más tiempo (12.1 horas) aportan. Siendo México el país donde más desigualdad existe con relación al tiempo dedicado a tareas del cuidado y del hogar por género, las mujeres dedican 29.5 horas y la brecha entre hombres y mujeres es de 19.7 horas a la semana (CEPAL, 2018: 74).

Flérida Guzmán (FLACSO-México) afirmó que las mujeres cumplen doble jornada laboral, una en casa y otra en el empleo remunerado; y la mujer que se inserta en el mercado laboral muchas veces contrata a otra mujer para las actividades domésticas y esta trabajadora asignan en su hogar a otra mujer las actividades domésticas y del cuidado, y así surge la Cadena Global de los Cuidados (Radio Progreso, 2019).

Hay que reconocer que las cargas de cuidado y las responsabilidades domesticas no se distribuyen equitativamente al interior de los hogares, ni entre las clases sociales, así como tampoco es igual el acceso de los hogares a servicios que contribuyan a distribuir estas cargas. Una mayor provisión pública (gratuita) y mayor cobertura en el acceso a los servicios del cuidado, provoca un potencial igualador no sólo en términos de quienes reciben los cuidados sino también en términos de las opciones de quienes asumen los cuidados (Esquivel, 2011: 18-24). Pero también es necesario que los hombres vayamos desmitificando el trabajo domestico y del cuidado, y nos incorporemos y asumamos nuevos roles.

 

Bibliografía

Bidegain, N. & Calderón, C (2018). Los cuidados en América Latina y el Caribe. Textos seleccionados 2007-2018. CEPAL, Santiago de Chile. Recuperado de https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/44361/1/S1801102_es.pdf

Esquivel, V (2011). La economía del cuidado en América Latina: poniendo a los cuidados en el centro de la agenda. “Atando Cabos; deshaciendo nudos” Área de Practica de Genero del PNUD. Recuperado de https://www.americalatinagenera.org/es/documentos/Atando_Cabos.pdf

Radio Progreso (2019). Trabajo doméstico en América Latina: según la OIT, más del 92% son mujeres. Noticias de América Latina y el Caribe. Recuperado de https://www.nodal.am/2019/12/trabajo-domestico-en-america-latina-segun-la-oit-mas-del-92-son-mujeres/

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